- Es este un lugar inhóspito para los deseosos. He arrojado fortunas en monedas en las fuentes, mas al llegar al fondo anclan el pedido allí. He hablado a infinitas estrellas, que cruzan presurosas a cumplir otras voluntades alejadas de las mías.
He pedido con fervor por una mirada, y recibí desprecio; con ansias una despedida y un reencuentro, y aún no me he visto por primera vez; un don y no he hallado pasión.
No es este el mundo apto para querer. Háblame de un viaje que me regocije el alma.
- He visitado un mundo en que todos los deseos se cumplen. Sus gentes saben de inmediatez, de certeza, de muecas jactanciosas, de fortunas, de habilidades útiles, y de destinos pavimentados, con rectas esquinas y señales inconfundibles.
Apenas cruzado su atmósfera, deseé que todos mis deseos se cumplieran. Lo tuve todo. Hallé todo. La suerte dormía en mis brazos.
- ¡Ese es un lugar límpido y seguro! ¿Qué más has conseguido allí?
- He conseguido olvidar. Ahora apenas recuerdo cómo es esperar con el corazón golpeando para salirse de su cárcel de huesos y prejuicios, cómo es despertar y seguir sumido en el sueño anhelado, cómo es querer llegar al fin, y nunca dejar de comenzar.
Creo que allí las gentes no saben hablarle a las estrellas, ni cómo enjaular el alma en una moneda arrojada a una fuente, ni cómo hacer pactos secretos con su propia voluntad.
Creo que allí apenas saben cómo desear.
El mejor de los mundos posibles II
- Es éste un sitio de flechas rotas, de colores fríos, de julios eternos, de fracasos y tristezas. Aquí los corazones son frágiles, se estrangulan, encogen, tuercen, duelen y finalmente crujen y se parten.
Háblame de un mundo en el que amor platónico no equivalga a utópico, en que las cartas se correspondan, y en el que el destino sea inmediato.
- He dado con un mundo en que todos los amores se consuman. Apenas puesto un pie en esa tierra roja, un gran amor vino a mí, la gravedad invisible nos ató para siempre. Fue eso fácil, único, rápido, sin búsqueda, sin pelea, sin pensarlo, sin sopesarlo. No conocí allí la experiencia de aumentar mi luz hasta cegarle los ojos y el corazón, no supe de dolores invisibles e insaciables, no supe de esfuerzos, búsquedas, ni temblores.
- ¡Ah, ese es un buen sitio! Allí, el destino no se demora. Allí el amor es simple. ¿Qué canciones y poesías te han enseñado esos amantes?
- He aprendido que todos allí desconocen la vastedad del amor que crece, aunque no obtiene reflejo alguno cuando se ve en los ojos amados; nadie allí se ha visto a si mismo sonreir pensando otro rostro, otro nombre, incluso en un día poco feliz, nadie allí se siente feo e insignificante, por ser sólo alguien en el mundo, ni nadie allí se siente especial por ser el mundo para alguien.
Creo que nadie canta. Ni escribe. Ni vibran cuerdas. Ni se leen poemas. Nadie allí tiene el alma en un estado de amor tan llena o tan vacía como para necesitar del arte.
El mejor de los mundos posibles III
- Es este un planeta inconcluso. No he hallado aquí respuestas satisfactorias, ni a las preguntas más vanas, ni a las más intrincadas. No he conocido nadie que sepa decirme lo que quiero. No logro saber todo lo que no sé, no consigo terminar de entender, ni puedo concluir, ni llamarme sabio. Háblame de un sitio en el que todas mis preguntas pasen a sentencias.
- Bien he conocido un mundo en que todos saben todo. Nadie necesita preguntar, porque todos saben las respuestas. Nadie necesita buscar, porque nada se pierde. Nadie estudia nada porque nunca han sido ignorantes. Nadie aprende, y nadie enseña. Nadie prueba, y nadie falla. Nadie fracasa porque nadie puede conseguir más exito que nadie.
- ¡Ah! Es aquel planeta la panacea de los sabios. ¿Qué más sabes de allí?
- Sé que nunca han reído al leer, nunca han preguntado mil veces lo mismo, nunca han discutido sobre las fórmulas, las clasificaciones, ni la diferencia entre índigo o lila, ni sobre la verdad, ni sobre la vida. Sé que no buscan, no curiosean, no cambian, no crecen, no admiran, no imaginan, no erran, no hablan, no escriben, no interpretan, y no conocen. Sé que nunca han sabido que han aprendido algo nuevo, cuando ven el mundo conocido, de una forma diferente.
- ¡Ah! Es aquel planeta la panacea de los sabios. ¿Qué más sabes de allí?
- Sé que nunca han reído al leer, nunca han preguntado mil veces lo mismo, nunca han discutido sobre las fórmulas, las clasificaciones, ni la diferencia entre índigo o lila, ni sobre la verdad, ni sobre la vida. Sé que no buscan, no curiosean, no cambian, no crecen, no admiran, no imaginan, no erran, no hablan, no escriben, no interpretan, y no conocen. Sé que nunca han sabido que han aprendido algo nuevo, cuando ven el mundo conocido, de una forma diferente.
El mejor de los mundos posibles IV
- Me he hartado de discutir, de pelear, de defender, de ceder, de escuchar, de gritar, de exponer, de luchar, de convencer, de explicar, de argumentar, de votar, de aceptar. Háblame de un mundo en que las mentes funcionen al unísono.
- He estado yo en un mundo cabal. Allí las gentes laten al mismo compás, coinciden, andan rectas, de rostros impávidos, voces monocordes, manos quietas, pasos constantes. Allí hay calma, apatía, igualdad, quietud. Hay una sola nota musical, hay un único libro, hay una sola voz, hay un solo sentimiento, hay un sólo dibujo, hay una sola canción, hay un solo sueño.
- Parece ser ése el opuesto perfecto a Babel. ¿Qué más me cuentas de allí?
- Allí las gentes no se conocen, no se hablan, no intercambian, no enseñan, no aprenden. No dedican canciones, no saben de libertad ni opresión, no saben de valor o cobardía, no saben de luchar, ganar ni perder. No evolucionan, no buscan, no encuentran. Prescinden de ello. Todos allí son iguales. Todo allí es igual. No han elegido. No han sabido del sentimiento eléctrico que recorre cada esquina del cuerpo cuando sucede la conexión, no han repetido un nombre distinto a todos en sueños, no se han sentido raros ni idiotas ni sabios, no han compartido rarezas, idioteces y sabiduría. Nunca se han enamorado.
El mejor de los mundos posibles V
- Es este un sitio donde todo se pierde, se olvida, se deja, se abandona, se tira, se va, se acaba. Es un mundo de puntos finales, de cortes, de rupturas, de quebrantos. Es un mundo que muere un poco todos los días. Háblame de vivir para siempre.
- He estado yo en un mundo donde nadie muere jamás. Allí las gentes no sufren, no despiden, no pierden, no dejan, no lloran, no añoran, no anhelan, no temen, no guardan, no peligran, no terminan. Caminan lento, hablan despacio, da lo mismo un ayer que un mañana, y del hoy ni se preocupan. Han visto todo.
- ¡Es ese un mundo benévolo para las tristezas! ¿Qué han visto aquellos inmortales?
- Han visto tantos nacimientos que no les emocionan ya. Han dormido tanto que ya no sueñan. Han tenido tanto que ya no quieren. Han hablado tanto que ahora callan. Han existido tanto que ya no recuerdan. Han tomado tanto que ya no estiran las manos. Han andado tanto que ya no caminan. Han visto, oido, tocado y tenido tanto que ya no miran, oyen, acarician ni amhbicionan más. No evocan el pasado, no imaginan el futuro, y ya ni siquiera viven el presente.
- He estado yo en un mundo donde nadie muere jamás. Allí las gentes no sufren, no despiden, no pierden, no dejan, no lloran, no añoran, no anhelan, no temen, no guardan, no peligran, no terminan. Caminan lento, hablan despacio, da lo mismo un ayer que un mañana, y del hoy ni se preocupan. Han visto todo.
- ¡Es ese un mundo benévolo para las tristezas! ¿Qué han visto aquellos inmortales?
- Han visto tantos nacimientos que no les emocionan ya. Han dormido tanto que ya no sueñan. Han tenido tanto que ya no quieren. Han hablado tanto que ahora callan. Han existido tanto que ya no recuerdan. Han tomado tanto que ya no estiran las manos. Han andado tanto que ya no caminan. Han visto, oido, tocado y tenido tanto que ya no miran, oyen, acarician ni amhbicionan más. No evocan el pasado, no imaginan el futuro, y ya ni siquiera viven el presente.
- Me has hablado de mundos maravillosos. Dime, ¿Cómo has llegado al mundo de los deseos cumplidos?
- Deseando con fervor.
- ¿Y al de los amores perfectos?
- Amando con locura.
- ¿Y al mundo de la sabiduría?
- Preguntando con ansias.
- ¿Y al mundo de la igualdad?
- Siendo diferente.
- ¿Y al mundo de la eternidad?
- Viviendo como justo antes de morir.
- Y dime, si has llegado a todos esos mundos, ¿Por qué has vuelto?
- Porque sólo en este mundo de anhelos, puedo desear apretando los párpados infinitamente, sólo en este mundo de desengaños puedo amar de la única manera sensata, que es con locura; sólo en este mundo de interrogantes puedo saber cada día algo más, sólo en este mundo de disparidades puedo hallar paz, sólo en este mundo en que lo único seguro es morir, puedo yo vivir plenamente y perdurar fuera de mi cuerpo, y en el corazón de alguien más.
- ¿Y qué mundo es éste?
- Este, es el mejor de los mundos posibles.