sábado, 10 de diciembre de 2011

La canción

Siempre es mucho, hasta para el tiempo,
Y desde entonces él venía andando,
De preguntas lleno y de certezas sediento,
Preguntaba a cada paso...hasta cuándo.

Viéndose a su suerte abandonado
Aquél día creyó hallar su final
Este es mi sino, pensó abatido,
Morir donde el cielo se roza con el mar.

Mas cuando de la playa alzó la vista,
Besada por la arena, dorada por el sol,
La brisa entre las olas parecía al bailar,
A la razón de sus pasos halló.

¿Eres un sueño? ¿Eres un deseo?
¿Eres de mis dudas las respuestas?
¿Eres el espejismo que en mi locura tejo?
¿O mi ilusión tú representas?

Mi nombre no ha sido dicho aún,
De esa duda siempre he sido presa.
Más dime, ¿quién eres tú?
Mi libertad está en tu respuesta.

Ella lo supo mientras él hablaba,
Junto a ella él halló su sino
Así fue como la música y la palabra,
Iniciaron juntos su camino.

Al recorrer el aire el rumor,
Y por el sonido verse abrumado,
Temeroso un gran señor,
El paso dejó cerrado.

Viéndoles llegar les dijo,
¿Quienes son? ¿Quien les ha enviado?
Sólo cumpliendo con lo que exijo,
Podrán cruzar al otro lado.

La palabra es quien te habla,
Largo tiempo mi rumbo he buscado,
La música es quién me acompaña,
Y quien el camino me ha mostrado.

Si tú eres quién dices ser,
Y ella de la melodía tiene el don,
Tu mi nombre has de conocer,
Y ella ha de deleitar mi corazón.

Él en su nombre tejió un verso,
Ella danzó con pasión,
Así fue como el gran silencio,
Fue cautivado por  la canción.

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